Desde 1992, nosotros estudiamos como las loras aprenden y
usan sus vocalizaciones en su ambiente natural. Comparando modelos de aprendizaje
en algunas especies de loras, su ecología y comportamientos sociales
diferentes; esperamos obtener un conocimiento mejor de como las loras
evolucionaron en sus habilidades vocales.
El Area de Conservación Guanacaste es un lugar perfecto para
estudiar las loras. Las loras son abundantes y fáciles de observar en el bosque
tropical seco. Hay cuatro especies de loras observadas en el bosque seco: la
Lora de Copete Amarillo (Amazona auropalliata), el Loro Frentiblanca, la
Cotorra (Amazona albifrons), el Perico Frentinaranja (Aratinga canicularis), y
el Perico Barbianaranjado o Zapoyolito (Brotogeris jugularis). Otras especies
del género Amazona y Aratinga son visitantes ocasionales del bosque seco
durante el invierno, pero son mas común en el lado Atlántico.
Nuestro proyecto es sobre la ecología, los comportamientos y
las vocalizaciones de las cuatro especies comunes. Mi trabajo propio se centra
en la Lora de Copete Amarillo, y es esta especie la que voy a discutir aquí.
¿Cómo estudiamos la Lora de Copete Amarillo y sus llamadas?
Sabemos que las loras tienen cerca de doce tipos de vocalizaciones diferentes,
con muchas variaciones en algunas de estas llamadas. Las preguntas centrales
son: 1) ¿Cómo están aprendiendo estos llamados?, y 2) ¿ Cómo son usados?. Al
estudiar estos aspectos, colocamos radiotransmisores en algunas loras; estos
transmisores son collares pequeños y livianos que permiten a nosotros conocer
los movimientos de una lora y seguirla por todo el día. Mientras seguimos una
lora, observamos el comportamiento de ella, sus compañeros, y sus gritos. Así,
podemos conocer donde va una lora, con quién habla, y que comunican.
Una cosa importante sobre las loras es que ellas son
animales muy sociales. Cada noche ellas duermen en dormitorios grandes, de 20 a
300 individuos. Cada mañana, ellas se mueven hacia fuera de estos dormitorios
en grupos más pequeños (2 a 14 individuos) para buscar alimento como semillas,
flores y frutas. Los adultos siempre andan en parejas acopladas, y estas
parejas parecen estar permanente durante sus vidas. Hay mucha competencia por
los sitios de nidos buenos, en una cavidad de un coyol o árbol de Guanacaste,
estas parejas con éxito visitarán su nido dos veces cada día del año, ésto
asegurará que otra pareja no lo robe. Entre estas visitas en la mañana y la
tarde, las parejas andan con otras parejas que tienen nidos en el área para
buscar alimento. Al final del día, ellas vuelan otra vez al dormitorio comunal
para dormir.
¿ Qué comunican las loras unas a las otras? La llamada más
común en su repertorio es una llamada que sirve como un grito de contacto entre
parejas volando, cerca de sus nidos y el dormitorio. En el ACG, hay algunos
dormitorios grandes que contienen 200 a 300 loras. El llamado de contacto del
grito de las loras es un poco diferente entre cada uno de estos dormitorios.
Más largo del ACG, al Sur de Liberia, la misma especie de loras usan llamados
completamente diferente en el mismo contexto. El mismo fenómeno existe al
norte, cerca de la frontera con Nicaragua, donde el llamado de contacto es muy
diferente del grupo del ACG. Estos tipos de diferencias son conocidos como
dialectos, y este es el primer ejemplo documentado en las loras. Es como si las
loras del ACG hablan español, las del sur hablan inglés, y los del norte
francés: todas tienen palabras que se usan en las mismas situaciones, un grupo
dice buenos días, otros dicen, good morning o bon jour.
La Loras de Copete Amarillo tienen también otras vocalizaciones
con modelos interesantes de variación. Las parejas gritan algunos tipos de dúos
complejos, en el cual cada miembro de la pareja canta sucesivamente. La mayoría
de estos dúos están cantando cerca del nido, y son usados para declarar la
propiedad del nido contra otras parejas que quieren este nido. Cada pareja
tiene su propia versión del dúo; así las parejas pueden aprender de los dúos de
sus vecinos y reaccionar más rápido a los gritos de una pareja entrometida.
Entonces, parece que la habilidad de las Loras de Copete Amarillo en aprender
las vocalizaciones son usadas principalmente para reconocimiento: -aprender las
llamadas complejas nesesarias para ser conocidas como individuo, -conocer las
llamadas distintas de otras. Cuando una lora aprende las palabras humanas, es
por que ellas quieren hacer las llamadas de su nuevo rebaño. Estas conclusiones
tienen implicaciones interesantes por cuanto se ha evolucionado en la habilidad
de aprender en loras y otras aves, y posiblemente en los humanos también.
Pero no todo es conocido sobre las loras del ACG. Nadie sabe
por cuantos años una lora puede vivir en la naturaleza, pero es posible que
ellas vivan por unos treinta años. Aunque esto es bueno para una lora, se da
una visión falsa de la salud de una población de loras. En muchas poblaciones
de loras, los sitios buenos para nidos son un recurso limitado para la
población, y casi el setenta porciento de una población no tiene nidos cada año
. Si hay mucha depredación de los pichones, por depradores naturales o por
humanos que los sacan del nido, habrán muy pocos juveniles que entran en la
población en un año. Como las loras viven por muchos años, muy pocas loras
morirán en este año, entonces en total, el tamaño de la población no cambiará
mucho. Pero, la edad mediana crecerá . Si esta situación continuará por muchos
años, la edad mediana de la población será muy vieja, hasta muchas de la loras
empezarán a morir al mismo tiempo, y la población tendrá un choque en números.
Eso fué lo que pasó con la Lapa (Ara macao), que en los años pasados se
encontraban en todo Guanacaste, pero ahora se encuentran en solo tres lugares
de Costa Rica. Muchas otras especies de loras están en la misma situación en
los Neotrópicos, con un tercer peligro de las especies; por los cazadores y la
pérdida de hábitats.
La misma situación puede ocurrir con la Lora de Copete
Amarillo en el ACG. En los últimos dos años, yo estudiaba diez nidos diferentes
en el Parque Santa Rosa. De estos diez nidos, los pichones de tres fueron
sacados y uno fue depredado naturalmente. En otros dos nidos los pichones
desaparecieron, pero yo no sé si fueron sacados o depredados. Solo cuatro nidos
tuvieron éxito con pichones. En dos años dieciocho adultos producen solo seis
pichones para remplazar en la generación próxima, y no tengo datos sobre
cuantos de estos juveniles van a sobrevivir hasta ser adultos. El porcentaje de
nidos sacados es probablemente más grande en otros sectores del ACG como Sta
Elena, Murciélago, y Junquillal. El resultado puede ser una tragedia: la
pérdida de la Lora de Copete Amarillo del ACG.
Hay tiempo para evitar esta consecuencia, y es redoblando la
aplicación de las leyes que existen contra el saqueo de pichones hasta cerrar
el negocio de venta de pichones. Todos podemos, ayudar para evitar el saqueo de
nidos de las loras y una forma es evitando la compra de pichones. Si nosotros
no tenemos cuidado, la Lora de Copete Amarillo estaría en el mismo peligro
crítico de extinción como la Lapa, y solamente por causa de nuestra avaricia
como mascotas. Nosotros debemos trabajar en conjunto por preservar estos
miembros fascinantes de la biodiversidad de Costa Rica, el patrimonio de todos.
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